El fallo original contra la mujer fue revocado por un tribunal de apelaciones en 2008, por lo que Thomas tuvo una nueva oportunidad ante la justicia.
El nuevo juicio, que se realiza estos días en la corte distrital de Minneappolis, Estados Unidos, representó un brusco revés para la acusada.
Cuando el abogado de Thomas, Kiwi Camara, exigió a su colega representante de Sony Music, Gary Leak, poner un precio concreto a cada título musical descargado por su clienta, éste respondió que 150.000 dólares era una suma razonable.
En lugar de buscar que la corte de Minneappolis confirme el fallo original, la industria discográfica intenta que el tribunal aplique una sanción incluso más severa contra la acusada.
Para ello, han extendido su acusación, de los 24 títulos originales, a 1700 títulos encontrados en un disco duro secundario, propiedad de Thomas.
El disco en cuestión fue extraído por Thomas después de enterarse que estaba siendo investigada por piratería. A juicio de la parte acusadora, lo anterior deja en evidencia que la acusada intentó ilegalmente eliminar material probatorio.
En su defensa, Thomas aduce que su hijo, de 10 años de edad, había estropeado el disco duro, y que su intención al extraerlo había sido enviarlo a reparación. Asimismo, desconoce haber recibido una notificación de su proveedor de acceso a Internet, en el sentido que estaba siendo investigada por la industria discográfica.
Imagen: Jammie Thomas
Fuente: Ars Technica